¿Cuál es el papel de los maestros respecto a la obesidad infantil?
Aún cuando pueda no ser el origen
de este problema, le escuela juega un papel muy importante en la lucha contra
este padecimiento. Sobretodo, teniendo en cuenta que es uno de los círculos de
desarrollo de los niños y que su desempeño en la misma puede verse afectado en
casos de sobrepeso y obesidad.
En muy común que estos niños
sufran discriminación y humillación en su entorno escolar; el docente debe
estar atento a las señales que nos indican que uno de nuestros alumnos esta
padeciendo esta situación. Algunas de estas
pueden ser: escuchar que el niño recibe apodos y burlas de parte de sus
compañeros, el niño se nota aislado del grupo, no participa en actividades
grupales y se presentan amenazas o agresiones.
Las autoridades escolares
deben poner en marcha estrategias que ayuden a erradicar esta situación,
creando un ambiente escolar sano y contribuir a mejor la salud de nuestros
niños y también de padres y docentes. Además, la escuela es considerada el
medio ideal para enseñar hábitos a niños y jóvenes para que adopten un estilo
de vida saludable y activo.
La institución educativa debe
hacer promoción para que los alumnos lleven una rutina de alimentación
saludable y promover la actividad física. Primeramente pueden desarrollarse
pláticas y conferencias de especialistas para brindar a los niños información
sobre una buena alimentación pudiendo incluso invitar a los padres a participar
en las mismas, ya que son ellos quienes proveen el alimento a sus hijos, y es
importante que ambos actores cuenten con la información pertinente. Así mismo,
puede crearse un menú que sea controlado por un nutriólogo y que sea este el
que se ofrezca a los chicos a la hora
del receso. También, puede crearse un programa de control infantil en el que
los niños que presenten síntomas de sobrepeso sean atendidos de forma
personalizada por un especialista.
Por el lado de la actividad física, las
escuelas deben ofrecer a sus estudiantes un buen programa de activación,
procurar tener las instalaciones para practicar deportes, diseñar un programa
de actividades extracurriculares que incrementen la actividad física de los
alumnos y de la misma forma que se ofreció información nutricional a los
padres, se pueden organizar actividades de activación que los involucren a
ellos, tales como torneos de padres e hijos, campamentos, etc.
Debemos recordar que si
trabajamos en equipo podremos vencer más fácilmente este padecimiento.
En las escuelas, ¡comida sana y mucho ejercicio!
Fuentes para consultar:
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